Australia, junto con Nueva Zelanda, es actualmente uno de los destinos turísticos en auge, al que acude gente de todo el mundo no solo atraída por sus playas cristalinas, su entorno natural, la fauna única y la amabilidad de sus habitantes, sino también por su gastronomía y vinos, de gran importancia en los círculos culinarios mundiales y por su arte autóctono indígena, famoso internacionalmente por su innovación y talento.
¿Qué lugares visitar en Australia?
Para realmente entender y conocer Australia, sería necesario un mínimo de tres meses, pero si no dispone de tanto tiempo, un mes es suficiente para hacerse una buena idea general, con dos semanas como mínimo para tomar contacto con la cultura australiana y visitar algún lugar interesante.
Una gran diversidad de escenarios y paisajes caracterizan este país, de topografía prácticamente plana, y en el que dos tercios de su superficie está constituida por desiertos, concentrados en la costa oeste, con atracciones naturales de las más bellas del planeta.
Desde las doradas playas, interminables y rojos desiertos, frondosas selvas tropicales, tierras vírgenes y santuarios, hasta las internacionalmente conocidas pistas de ski y campos de deportes construidos para las Olimpíadas, dan diversidad a un lugar en el que las ciudades, playas, y la mayoría de las atracciones se sitúan en la franja verde de su cara sureste donde se cultiva trigo, del que es uno de los mayores productores mundiales, avena, cebada y caña de azúcar.
Además es uno de los mayores productores de minerales del mundo de carbón, hierro, bauxita, plomo, zinc, cobre, níquel y uranio; y se autoabastece de petróleo.
Sus dos capitales, Sydney y Melbourne, se han convertido en este siglo en centros de estilo y cultura, con gran calidad de vida a lo que han contribuido factores como la buena accesibilidad física y financiera, hasta aspectos específicos como inmejorables cafés con vistas al mar, espacios al aire libre en paseos con bulliciosos mercados, jardines botánicos repletos de flora nativa y galerías comerciales históricas, como The Strand y el edificio Reina Victoria, en Sydney; así como el teatro marginal, los festivales de verano, las atracciones deportivas, la arquitectura civil sofisticada y espacios públicos.
La majestuosa ópera de Sydney se ha convertido desde su construcción en uno de los iconos de la ciudad, que no hay que dejar de visitar, junto al Uluru (Ayers Rock) y la Gran Barrera de Coral, aunque si os quedara tiempo por propia experiencia, deberiais de visitar Perth. Aún así, limitar el viaje únicamente a las grandes ciudades, supone regresar a casa sin la menor idea de como es realmente este país.
